| Abundancia. No otra cosa se le pide a Iemanjá, reina
                          de las aguas caprichosa y coqueta, que como toda
                          mujer acepta de buen grado ofrendas y regalos.
                          Adorada más allá de creencias y religiones, sus
                          fieles la reverencian en su día, con la enorme esperanza
                          de que su abrazo protector, los aleje del mal
                          de este mundo inclemente.
                          Hechizados por el fervor con que cumplen sus rituales, no dudamos
                          en vestir de azul y blanco nuestra portada, y al son de canciones
                          que evocan a los orixás, entregarnos con fe a crear nuestro
                          propio conjuro.¿Qué incluimos en la barca como para encantar a la diosa?
                          Antes que nada, lo obvio. Lo que enamora y atrapa a toda alma
                          femenina: exquisiteces cool con burbujas que embriagan y avivan
                          los sentidos. También moda con aire sensual para lucir en la playa,
                          ámbito que no le es ajeno a esta sirena que se apasiona por los collares,
                          las pulseras y las flores. Además, nuevas fragancias, cremas
                          y otros datos que mes a mes promocionamos, porque de seguro
                          ayudarán, en mayor o menor grado, al insondable misterio de la
                          seducción.
 ¿Otras cosas?
                          Habida cuenta de sus hijos, amantes del lujo y del buen confort,
                          incluimos imágenes detalladas del hotel Estancia Vik, que encantan
                          por la excelencia al conjugar arquitectura, arte y diseño con criterio
                          funcional.
 Dueña de la maternidad, la fecundidad y el amor, tampoco podía
                          faltar en nuestro tributo una referencia que aludiera a los niños,
                          cada vez más demandantes, frente a padres que no saben marcar
                          los límites indispensables para una sana maduración. Marche entonces,
                          un informe que defiende a la educación con una adecuada
                          dosis de frustración, y embárquese lejos a la irresolución, la falta de
                          autoridad y el no compromiso, por amor a los chicos, please.
 Coincidentemente, así lo planteó Sergio Sinay en su reciente
                          visita al Este. En efecto, al hablar de los hijos afirmó la importancia
                          de inculcarles que la imposibilidad es parte de la vida, y que sin límites
                          ni obstáculos, no hay desarrollo ni capacidad de elección.
 Pero no era ese su target. Preocupado por la ruptura en la
                          comunicación interpersonal, vino a Uruguay a hablar de su libro Conectados
                          al vacío. ¿Lo agregamos al paquete?
 Con él, y con una amplia y surtida galería de personajes que
                          hacen a la flor y nata del gran balneario completamos la ofrenda
                          que noveleros botamos al mar, dominio de marinos y deportistas,
                          turistas y pescadores, amantes de las profundidades y otros que
                          no tanto.
                          Es a esa inmensidad en la que se adentra la península desafiante,
                          y a su puerto, punto de encuentro de los veraneantes de turno
                          con los moradores de siempre, viejos lobos de mar, que dedicamos
                          nuestro informe central.
 Allí, es posible un estilo de vida que nada tiene que ver con
                          la movida de José Ignacio, y menos, con la calma chicha del bosque.
                          Allí, conviven los apasionados del vértigo y la velocidad, los
                          fanáticos de la vela, los que pescan, los que toman sol a bordo, los
                          hedonistas y los que aprovechan la zafra.
 Allí, se respira libremente,
                          en medio de una naturaleza que se prodiga en abundancia. Y allí,
                          fue que elegimos flotar nuestra barca, agradecer y rogar por más
                          dones. ¿Cuántos? Abundantes. En salud, en paz y prosperidad.
                          ¿Cómo? Parafraseando a Alma Vasconcellos cuando dice “Nuestra
                          Señora del Mar, es febrero y celebramos a la reina Iemanjá”
 |  | 
                            
 Modelo: Flavie Lheritier.Fotografía: Pablo Rivara.
 |  |